A media mañana de ayer, se podían apreciar las orillas anegadas, lo que afectó tanto las zonas de playa como a los accesos de las piscinas naturales del Lago y del charco de las Tablas.
La grandiosidad de la bajada torrencial de la garganta y el enorme caudal volvieron a atraer a muchísimos curiosos de la zona a contemplar el gran espectáculo del agua que depararon las fuertes precipitaciones, en algunos momentos en forma de aguanieve y granizo.
Las crecidas de la garganta de Pedro Chate, desde que se ha ampliado y mejorado el complejo turístico del Lago, se convierten en una distracción para los vecinos de la localidad. Ayer por la tarde, cuando el cielo se abrió, la afluencia de visitantes fue todavía mayor a esta zona.
Pedro Díaz Samino
Diario HOY
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