Este pasado martes el Centro de Urgencias 112 Extremadura atendió un total de 2.739 llamadas entre las 14.00 horas del martes y las 9.00 horas de ayer, de las cuales 1.029 estuvieron relacionadas con el temporal, que fue la causa de 225 de los 443 incidentes que gestionó este servicio. Las zonas que demandaron más atención fueron Olivenza, Almendralejo, Mérida, Valverde de Leganés, Badajoz, La Albuera, Cáceres, Nalvalmoral, Villanueva de la Vera, Guijo de Santa Bárbara y Trujillo. Y las causas más comunes de las llamadas fueron la entrada de agua en el interior de las casas o garajes e inundaciones en algunas calles, mobiliario urbano en las vías y desprendimiento de ramas, árboles y cornisas de edificios.
La ciclogénesis explosiva se dejó notar especialmente en La Vera, donde en Aldeanueva se recogieron 189,8 litros por metro cuadrado el día de Nochebuena, lo que hizo que el río Tiétar se desbordara anegando un pequeño tramo del final de La Vega de Jaraíz, con los consiguientes daños a las parcelas cubiertas por el agua. Esta situación se repite desde hace varios inviernos, lo que motivó que los agricultores de la zona se sientan "en vilo", al temer que el agua anegue más parcelas, según indicó Gregorio Expósito. "Todo por culpa de que no limpian el cauce del río", en referencia a la Confederación Hidrográfica del Tajo.
La crecida del Tiétar estuvo motivada por el aumento de caudal experimentado en las 47 gargantas de La Vera, alguna de las cuáles, como es el caso de la de Pedro Chate, en Jaraíz, inundó la zona de baños del Lago. En Aldeanueva, la de San Gregorio, llegó a saltar por encima de la piscina natural, que hay junto al cementerio; mientras en Jarandilla "hemos tenido agua por todos lados, aunque sin grandes daños, si exceptuamos, algún socavón que otro", apuntó el Concejal Pablo López. Además, el acceso a Guijo de Santa Bárbara más próximo a Aldeanueva quedó prácticamente cortado, debido al desprendimiento de una pared de piedra. La borrasca además afectó negativamente al servicio eléctrico de Aldeanueva, Jarandilla, Cuacos de Yuste y Garganta la Olla, donde se originaron cortes que se prolongaron durante toda la noche del martes al miércoles, maldiciendo una vez más los vecinos una Nochebuena literalmente "a dos velas".
Sin embargo, la lluvia se ha convertido en nieve en las montañas del norte de la provincia de Cáceres, las cuales quedaron cubiertas por una pequeña capa de esta precipitación, en los parajes más elevados. De hecho, el norte de Cáceres permaneció en alerta amarilla hasta las nueve de la tarde por acumulación de nevadas.
Faustino Martín
El Periódico Extremadura
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