Al igual que hiciera en 1.557, Carlos V compareció en el patio de armas del castillo de los Condes de Oropesa ante una multitud que se dio cita para despedirse del Emperador. Partía hacia el Monasterio de Yuste, en el que se ultimaban los trabajos para acoger al monarca durante sus últimos días. Ese mismo ambiente se ha vivido hoy en Jarandilla de la Vera, solo que esta vez miles de senderistas sustituyeron a los cientos de alabarderos, corte real, servidumbre, criados y vecinos en general que hace ahora 455 años decían adiós al que fuera el mayor emperador de la época.
Se trata de la decimotercera edición de la ‘Ruta del Emperador’, efeméride que se viene celebrando con un aumento progresivo del número de visitantes, si bien este año ha faltado la comitiva cántabra debido a la nieve. Durante varias jornadas se suceden actos culturales que reúnen a miles de caballistas y senderistas llegados desde diversos puntos del país, incluso del extranjero, culminando con la multitudinaria ruta a pie que ha tenido lugar y en la que según fuentes de la organización tomaron parte más de 5.000 personas.
Los actos han comenzado pasadas las diez de la mañana, cuando un bien caracterizado Carlos V se dirigió desde el balcón del parador a la multitud. La gélida mañana ha sido el punto de partida de la comitiva, precedida por un animado colectivo teatral que animaba la marcha. Ya entonces muchos visitantes habían decidido iniciar la caminata, teniendo como primera parada Aldeanueva, donde el mismo ‘Pasaporte Carolino’ que propició un chocolate con churro en Jarandilla haría ahora lo propio con dulces típicos, vino y ponche. Tras reponer fuerzas los senderistas reemprenderían la marcha rumbo a Cuacos de Yuste, desde donde tras un acto institucional se inició la subida al Monasterio tras un acto institucional. La degustación de migas y vino en la plaza de Cuacos dio paso a las actuaciones folklóricas, prolongándose el ambiente hasta entrada la noche.
Alcance internacional
Buena muestra del poder de convocatoria que tiene la figura del monarca y todo lo que se organiza en torno a él –en este por la Mancomunidad Intermunicipal de la Vera y la asociación para el desarrollo ADICOVER- es la llegada de visitantes desde lugares tan dispares como Alemania, Inglaterra, Portugal y diversas provincias. A medio camino un animado grupo senderista de Portalegre (Portugal) comentaba que llevan varios años fieles a esta cita. “Nos hemos levantado a las tres de la mañana para estar aquí hoy”, comentaban.
A pocos metros María Cruz Rodríguez, de Medellín, recuerda que durante la última década no ha faltado ni un solo año al llamamiento verato. “Empezamos viniendo poco más de veinte personas y poco a poco hemos ido aumentando el número. Este año cinco autobuses llenos han salido desde Medellín”, señala. Ya en Aldeanueva regresa el cariz internacional de la ruta, cuando un grupo pregunta en inglés por donde continúa el itinerario. Y así hasta el Monasterio, compartiendo camino y vivencias en una jornada que, además de histórica y senderista, sirve para dar a conocer la comarca y su patrimonio cultural y natural más allá de sus fronteras.
ELOY GARCÍA
Diario HOY
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