La actividad de las fábricas llena de olor a pimentón la población

Cada otoño, como un ritual ya tradicional, la actividad de las fábricas jaraiceñas llena de olor a pimentón el centro urbano, pese a que más de la mitad de los molinos, tres de ellos, se han trasladado al polígono industrial. Aunque sus instalaciones y maquinarias son modernas, digitales, el proceso continúa siendo artesanal. Lo mismo sucede con las dos industrias que se resisten a abandonar el casco urbano y que estos días impregnan el ambiente de las principales vías de la localidad de un intenso y balsámico olor a pimentón. Para los jaraiceños un otoño sin este aromático ambiente no sería tal. Podría ser cualquier otra estación menos ésta multicolor. Se trata de una cita anual que, previamente, ha requerido otros dos procesos, el del cultivo y el del secado del pimiento. Las condiciones climáticas del pasado verano han sido muy favorables, por lo que la cosecha al final ha sido óptima. «El verano ha sido muy suave, lo que ha permitido que el cuajado de los frutos haya sido bueno», destaca José Bonifacio Sánchez Cruz, secretario técnico del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Pimentón de la Vera, que tiene su sede en Jaraíz. Acerca del pimentón acogido a la denominación protegida, la Universidad de Extremadura (Uex), ha llevado a cabo unos estudios que han determinado que es un producto saludable. «Efectivamente- asegura Bonifacio Sánchez-. Estudios de la Facultad de Medicina así lo demuestran. El consumo del pimentón de la Vera es saludable por su actuación antioxidante en el metabolismo celular, aspecto muy importante desde el punto de vista alimentario. Además, por sus caracteres organolépticos de aroma y sabor ahumados lo hacen atractivo para el paladar y los sentidos». PEDRO DÍAZ SAMINO Diario HOY