
En resumen las distintas encuestas de intención de voto hechas públicas ayer viernes en diferentes medios de comunicación escritos, a saber:
El Mundo,
La Vanguardia y
Público, vienen a decir que todo sigue prácticamente igual. Sin embargo, merece la pena destacar, no por cantidad, sino por contenido, la ventaja del PSOE en tres puntos frente al PP; y por otro lado, la vertiginosa subida de UPyD (que triplica los resultados obtenidos en las Elecciones de marzo) y la buena valoración de su líder, Rosa Díez, que a pesar de bajar en dos décimas, continúa siendo la mejor política valorada por los españoles, junto con el Presidente del Gobierno, con el que empata.
La gestión política que viene haciendo el Gobierno socialista de la crisis económico-financiera es, para el ciudadano de a pie, insustancial, y no se constata en su vida diaria y real. Pero, sin continuar de dejar de hacer honor a la verdad, también la oposición no hace nada, parece que sólo sabe criticar las medidas tomadas por el ejecutivo, pero sin lanzar claras alternativas.
Y es que aunque el líder de la oposición continúa en su valoración en un honroso tercer puesto, considero que debería motivar y encaminar su discurso político, poniendo énfasis en patentes realidades, que por muchos motivos, dudan de la confianza '
ciega' que los '
potenciales' votantes otorgan, por mayoría, al PSOE, como por ejemplo:
1.- Hacer ver que un gobierno que dice ser socialista está empeñado en dar y financiar a través de deuda pública, es decir, dinero de todos los contribuyentes, a entidades financieras para que enjuguen sus deudas; motivadas en su mayoría por sus errores en inversiones fuera del control de los mercados financieros españoles.
2.- Abundar en el punto anterior, haciendo ver que el Gobierno ha
obligado por Decreto-ley, es decir, con urgencia, a que esas entidades financieras que se han subido al carro de los millonarios créditos otorgados a muy bajo coste por el Estado, no digan para qué los usan. Y es que es crucial que los bancos y cajas quieran financiar a las empresas y a los ciudadanos, pero para que puedan hacerlo, es obvio que necesitan de esos créditos.
3.- Es cuando menos paradójico, que un gobierno llamado "
socialista" no debe dejar en la estacada a los nuevos parados, que tras el deterioro del tejido industrial y empresarial, deben tener las suficientes garantías de coberturas sociales, que por el momento, aunque no se han reducido en cantidad, sí en su duración.
Por todo lo dicho, y a pesar de que el déficit público es ya manifiestamente exorbitante, llegando al 3,5% del PIB nacional; creo que una buena política que ayude a todos, de manera directa e indirecta, es otorgar los famosos créditos a la banca condicionados por ley a su destino y/o, embarcarse en el guión americano, e inyectar créditos a los sectores más perjudicados por la crisis y que son los que más parados ya han provocado: construcción e industria automovilística, por ejemplo.
José María Hernández García
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