Un grupo de religiosos polacos de la Orden de San Pablo Eremita (Comunidad Paulina) se hará cargo próximamente de la vida monástica en el Real Monasterio de Yuste (Cáceres), lo que garantiza la conservación de esta joya patrimonial del siglo XV. Una decisión que se ha tomado tras la marcha en diciembre del 2009 de la Orden de San Jerónimo de este monasterio, y después de "intensas gestiones" por parte del obispo de Plasencia, Amadeo Rodríguez Magro. El anuncio lo realizó ayer la Diócesis de Plasencia, que señaló que esas conversaciones del obispo y la llegada de los religiosos paulinos "han sido en todo momento muy bien acogidas e incluso estimuladas" por la presidencia del Patrimonio Nacional, institución a la que está adscrito el Real Monasterio, y con su beneplácito se han realizado todos los trámites para la incorporación de una nueva comunidad monástica. La llegada de estos monjes es muy bien recibida por todas las instituciones que tienen algo que ver con el monasterio, ya que supone la continuidad de este patrimonio histórico.
También han apoyado estas gestiones la Junta de Extremadura y la Academia Europea de Yuste. De esta forma, los religiosos vendrán desde Polonia, donde la Orden de San Pablo ha florecido, tras hacerse cargo en el siglo XIV de custodiar en Czestochowa a la Virgen de Jasna Gora, Patrona de Polonia.
Esta congregación de San Pablo Primer Eremita u Orden Paulinas es una orden religiosa católica fundada en el siglo XIII en Hungría por el Beato Eusebio de Estrigonia. Empezó como un movimiento eremita en honor al religioso ermitaño cristiano San Pablo de Tebas (228-342), que posteriormente se sometió a la regla de San Agustín, y se extendió por todo el mundo a países como Polonia, Italia, Alemania, España, Portugal y Latino América, informó el obispado.
La noticia ha sido muy bien recibida por las instituciones extremeñas implicadas con el monasterio. El presidente de la Academia Europea de Yuste, Antonio Ventura, que se enteró por este periódico del acuerdo definitivo, se mostró muy "feliz" por este compromiso y apeló por "no marcar distancias, sino que hay que ser tremendamente acogedores con ellos, porque enriquece el propio significado del monasterio, por eso todos tenemos que estar felices". Tanto esta entidad, como la Junta y Patrimonio Nacional, recordó, siempre han apostado porque "en Yuste debe haber una comunidad religiosa para dar vida al monasterio".
También "encantado" estaba ayer el Alcalde de Cuacos de Yuste, Sixto Teno, y se mostró muy ilusionado porque el cenobio verato "vuelve a estar habitado, lo mismo que lo estaba cuando llegó el Emperador Carlos V, aunque se trate de una orden distinta". Además, apuntó que "el deseo, expresado de forma reiterada, tanto de los vecinos", como de la Corporación que preside, y del propio Alcalde, "es que Yuste vuelva a contar con una orden religiosa", que lleve a cabo su actividad de meditación en el interior del conjunto monumental donde pasó sus últimos días el Emperador de la Casa de Austria. El regidor reiteró que se trata de una de las reivindicaciones que "hemos venido formulando, desde que se marcharon los jerónimos, otra cosa son las dificultades que pueden surgir, debido a la falta de vocaciones religiosas". Teno considera que las gestiones llevadas a cabo han supuesto "una solución muy buena" para el futuro del monasterio y, de paso, de la población que encabeza.
Esa satisfacción general llega tras meses de incertidumbre. Hay que recordar que los monjes jerónimos se trasladaron en diciembre del 2009 a la comunidad de Santa María del Parral, en Segovia, con idea de que fuera una ausencia temporal, que duraría lo que Patrimonio Nacional tardase en ejecutar una serie de obras en el inmueble, pero hace dos meses se confirmó que ya no regresarían a tierras extremeñas.
Desde la marcha de estos monjes jerónimos, el Real Monasterio de Yuste, ha sido destino turístico y sede de la Fundación Academia Europea de Yuste, dedicada al desarrollo de estudios, congresos y tareas de promoción que fomenten el acercamiento entre España y el resto del continente europeo.
FAUSTINO MARTÍN
El Periódico Extremadura
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