Todos los escritos que aparecen arriba vienen a resumir la ya denominada "crisis municipal" de Cuacos de Yuste, en orden cronológico inverso.
A fecha de hoy, y tras los comentarios que he podido oír, necesito inexorablemente emitir esta Nota Aclaratoria para conocimiento de todos.
Para empezar, y aquí está el auténtico "
quid" de la cuestión; el Alcalde es libre de aceptar o no una dimisión de sus Concejales o de las competencias que atribuyó a unos y a otros, pero es doloroso saber que la mía fue aceptada en poco más de hora y media. Mientras que a los otros dos Concejales que formamos el Grupo Popular, Vicente Rosa (por escrito) y Vicente Gil (de palabra), también les presentaron sendas renuncias, irrevocable, en el caso de Vicente Rosa; y no les fueron aceptadas.
La explicación es clara: yo soy el único que por experiencia política y por aptitudes y capacidades puedo hacer sombra a Sixto Teno. De hecho, a los dos meses de tomar posesión como Alcalde, con mi apoyo, sé que dijo que "
era la mosca cojonera que tenía que encargarse de echar...".
En sentido inverso, yo soy libre de presentar mi dimisión cuando lo estime conveniente, y aunque pude alegar el tópico "
por motivos personales", quise quedar claro y patente que lo hacía por unos motivos concretos que han colmado y han puesto fin, por ahora, a una sarta de promesas incumplidas, a una constante limitación de mis atribuciones, a una minusvaloración personal y laboral; y por otro lado, a una falta de liderazgo con sus subordinados municipales y a un giro político en pro de la oposición que en nada favorece una amplisima mayoría absoluta conseguida por el Partido Popular en las últimas elecciones municipales del año pasado, a nivel local, otra cuestión es en el ámbito comarcal.
De momento, y como ya anuncio en mi escrito de renuncia, y pase lo que pase, voy a continuar siendo Concejal electo del Ayuntamiento de Cuacos de Yuste, ya que es una elección democrática del pueblo; bien al contrario, el Alcalde es elegido por los Concejales, y no por el pueblo. Con esto queda todo dicho.
Ni yo ni nadie va a consentir que "líderes" de fuera se inmiscuyan en la política municipal de nuestra localidad, y si los asesores externos de confianza del Señor Alcalde le marcan directrices para aislarme del Ayuntamiento, tal y como ya están haciendo, digo aquí públicamente que esa táctica es un arma de doble filo y que les va a perjudicar más que a beneficiar; más que nada porque los votantes saben a la perfección quién es quién en el Consistorio, y lo que unos y otros hemos hecho antes y después de las Elecciones del 2007. Así pues, y según vayan progresando estas cuestiones, así actuaré yo...
De todos modos, intentaré mantener la coherencia en todos los aspectos, siempre y cuando me lo permitan. Coherencia de la que no ha hecho gala el Señor Alcalde, pues de lo amablemente dicho en su escrito, nada que ver con lo que está haciendo.
Continuará...
José María Hernández García
Todos los escritos que aparecen arriba vienen a resumir la ya denominada "crisis municipal" de Cuacos de Yuste, en orden cronológico inverso.
A fecha de hoy, y tras los comentarios que he podido oír, necesito inexorablemente emitir esta Nota Aclaratoria para conocimiento de todos.
Para empezar, y aquí está el auténtico "quid" de la cuestión; el Alcalde es libre de aceptar o no una dimisión de sus Concejales o de las competencias que atribuyó a unos y a otros, pero es doloroso saber que la mía fue aceptada en poco más de hora y media. Mientras que a los otros dos Concejales que formamos el Grupo Popular, Vicente Rosa (por escrito) y Vicente Gil (de palabra), también les presentaron sendas renuncias, irrevocable, en el caso de Vicente Rosa; y no les fueron aceptadas.
La explicación es clara: yo soy el único que por experiencia política y por aptitudes y capacidades puedo hacer sombra a Sixto Teno. De hecho, a los dos meses de tomar posesión como Alcalde, con mi apoyo, sé que dijo que "era la mosca cojonera que tenía que encargarse de echar...".
En sentido inverso, yo soy libre de presentar mi dimisión cuando lo estime conveniente, y aunque pude alegar el tópico "por motivos personales", quise quedar claro y patente que lo hacía por unos motivos concretos que han colmado y han puesto fin, por ahora, a una sarta de promesas incumplidas, a una constante limitación de mis atribuciones, a una minusvaloración personal y laboral; y por otro lado, a una falta de liderazgo con sus subordinados municipales y a un giro político en pro de la oposición que en nada favorece una amplisima mayoría absoluta conseguida por el Partido Popular en las últimas elecciones municipales del año pasado, a nivel local, otra cuestión es en el ámbito comarcal.
De momento, y como ya anuncio en mi escrito de renuncia, y pase lo que pase, voy a continuar siendo Concejal electo del Ayuntamiento de Cuacos de Yuste, ya que es una elección democrática del pueblo; bien al contrario, el Alcalde es elegido por los Concejales, y no por el pueblo. Con esto queda todo dicho.
Ni yo ni nadie va a consentir que "líderes" de fuera se inmiscuyan en la política municipal de nuestra localidad, y si los asesores externos de confianza del Señor Alcalde le marcan directrices para aislarme del Ayuntamiento, tal y como ya están haciendo, digo aquí públicamente que esa táctica es un arma de doble filo y que les va a perjudicar más que a beneficiar; más que nada porque los votantes saben a la perfección quién es quién en el Consistorio, y lo que unos y otros hemos hecho antes y después de las Elecciones del 2007. Así pues, y según vayan progresando estas cuestiones, así actuaré yo...
De todos modos, intentaré mantener la coherencia en todos los aspectos, siempre y cuando me lo permitan. Coherencia de la que no ha hecho gala el Señor Alcalde, pues de lo amablemente dicho en su escrito, nada que ver con lo que está haciendo.
Continuará...
José María Hernández García
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