El padre Jaime y Antonio Briones, entre los galardonados por Futuex

Todo empezó en un pequeño despacho de Olivenza. Allí echó andar la Fundación Tutelar de Extremadura (Futuex) el 14 de septiembre del 2001. Nacía con un propósito que hasta entonces nadie se había propuesto: ejercer la tutela y protección de personas con discapacidad intelectual cuando éstos se quedan sin familiares o, cuando existiendo, no pueden hacerse cargo. Casi seis años después, Futuex ha recorrido un camino intenso y se ha convertido en ejemplo a seguir para organizaciones similares en otras comunidades. Uno de aquellos fundadores fue Antonio Briones Díaz, un empresario riojano que llegó a Extremadura hace más de tres décadas. Su labor desinteresada para sentar los cimientos de la fundación y la entrega de estos seis años fue reconocida en la segunda edición de los premios 'Distinción del Defensor 2008', que ayer entregó Futuex en el Monasterio de Yuste. «Nunca antes me dieron tanto por tan poco», reconoció Briones. El empresario recordó los «siempre difíciles comienzos» de Futuex, que se superaron gracias al trabajo de todos los miembros de la fundación y al continuo apoyo recibido desde instituciones y organismos extremeños. «Siempre he dicho que a pesar de la belleza de sus ríos y paisajes, lo más bello de esta región es su factor humano». El empresario riojano valoró que Futuex nació para «cubrir un vacío» que había en la atención a personas con discapacidad. «Tratamos de ayudar a discapacitados que viven con sus familias y nos ofrecemos para ejercer la tutela cuando falten los familiares». Briones se mostró «encantado» y «orgulloso» del papel que desempeña ahora en la sociedad extremeña la Fundación. También defendió el papel del «empresario que tiene la necesidad de devolver a la sociedad lo que ésta le da». Antonio Briones ha sido, entre otras distinciones, Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma de La Rioja 1997 y Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil en 2001. Junto a Briones, los otros galardonados que ayer recibieron el premio 'Distinción del Defensor 2008' fueron el padre Jaime Álvarez, Miguel-Ángel Cabra de Luna, Ramón Corral y Rafael de Lorenzo. Labor en Ecuador El padre Jaime Álvarez Benjumea ha realizado su labor en Ecuador, donde aterrizó en 1974. En 1980 fundó Cebycam, actualmente Centro de Desarrollo Humano en Cultura y Economía Solidaria -Cebycam-Ces-, pionero en la lucha contra el bocio. El padre Jaime ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos el premio Reina Sofía en Rehabilitación e Integración Social en el año 2005. El malagueño Miguel Ángel Cabra de Luna recibe su reconocimiento por defender los derechos de las personas con discapacidad. Actualmente ejerce como consejero del Comité Económico y Social Europeo, jefe de la Asesoría Jurídica ad honorem del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) desde 1997 y portavoz de la Comisión de Expertos de Legislación sobre discapacidad. También ha sido distinguido con la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica. Ramón Corral ha dedicado su vida al desarrollo personal y la autonomía de las personas con discapacidad. El servicio integral de inserción sociolaboral, el centro especial de empleo y los servicios de vivienda familiar han sido algunas de sus contribuciones. El otro premiado, Rafael de Lorenzo, supone «un ejemplo de compromiso y esfuerzo por un mundo mejor para todos», según Funtuex. Secretario general del Consejo General de la ONCE, ha tenido una destacada participación en movimientos sociales tanto a nivel nacional como internacional relacionados con la discapacidad en las Fundaciones, las onegés y la Economía Social. Autor de numerosas publicaciones, ha sido entre otros codirector del Tratado sobre Discapacidad. El acto se cerró con la intervención de José Javier Soto Ruiz, presidente de Futuex y Defensor de los derechos de las personas con discapacidad en Extremadura. A. GILGADO Diario HOY