Fundamentalismo en Iraq

El secuestro y posterior asesinato del Arzobispo de Mosul, en Iraq, demuestra sensiblemente el auge gradual del fundamentalismo islámico en aquella nación. Ese integrismo religioso es una realidad dominante en muchos países de mayoría musulmana, algunos de los cuales (como Arabia o Irán) persiguen hasta la misma práctica privada de la religión cristiana. Lo paradójico de la dramática situación que viven los cristianos en Iraq es que se ha llegado ala misma a través de la acción de potencias occidentales, especialmente Estados Unidos, y sus seguidores..., con su invasión del 2003 so pretexto de eliminar armas destructivas que sólo existían en la imaginación de los jerarcas militares angloamericanos. Sin entrar en hacer debate sobre el fenecido régimen baazista iraquí y su fallecido presidente Sadam Hussein, es obligado recordar que en ese régimen la minoría cristiana era, de hecho, la más respetada en sus derechos en todo el ámbito geográfico árabe/islámico. Los cristianos iraquíes no eran ciudadanos de segunda, y convivían con una mayoría musulmana en un sistema político aconfesional que no vulneraba sus derechos más básicos. Incluso se daba la circunstancia, insólita en un país de mayoría musulmana, de un cristiano ocupando la cartera de Viceprimer Ministro de Iraq, como era el caso de Tarek Aziz. Y por dar más datos, la catedral de Bagdad fue financiada por el Estado iraquí en su construcción y sucesivas reformas. El ya fallecido Monseñor Bidavid, cardenal y patriarca de los católicos caldeos, manifestó en los medios informativos, y no pocas veces, la situación positiva en que la comunidad cristiana vivía en Iraq. Confiemos que en un futuro próximo se vuelva a permitir a la Iglesia que viva en paz en esa nación, y que nunca más suceda que desde Occidente se coopere a la instauración de estructuras fundamentalistas que niegan los derechos básicos a los que no comparten su fe y su visión teocrática de la política.