
Esta ruta recorre los caminos de un producto netamente extremeño. No en balde la historia recoge su nacimiento en estas tierras. Esta ruta coincide exactamente con los diecinueve municipios de la comarca de La Vera.
El pimiento llega a España de la mano de Cristóbal Colón que, junto con otros frutos (tabaco, patata, etc.), se lo ofrece a los Reyes Católicos en el Monasterio de Guadalupe. Los monjes, a la vista de sus bondades gastronómicas, -no olvidemos que Guadalupe era la cuna de la mejor cocina conventual de España-, lo distribuyen y difunden por otros conventos, siendo los jerónimos del Monasterio de Yuste los primeros en desecar el pimiento y utilizarlo como conservante.
Así, el pimentón está íntimamente ligado a la Vera, una comarca privilegiada por la naturaleza, regada por el río Tiétar que la atraviesa por torrentes y gargantas y cuyo microclima permite que, junto a espléndidos bosques, florezcan fértiles vegas.
El pimiento para pimentón inicia su cultivo en marzo, en semilleros en los que permanece hasta mayo, aproximadamente, en que se procede a su trasplante a terrenos preparados en terrazas. Los pimientos son de tres tipos: dulce, agridulce y picante. A finales del verano se procede a la recolección que se efectúa a mano, seleccionando los frutos en perfecto estado de maduración.
Los pimientos se someten al proceso de secado tradicional de la Vera, en un "local" o "secadero" usando exclusivamente, leña de roble o encina, siendo volteados manualmente hasta conseguir el punto idóneo de secado, que confiere al pimentón sus tres características esenciales: aroma, sabor y estabilidad de color.
Posteriormente, en las industrias transformadoras, se procede a la molienda en molinos de piedra hasta conseguir un polvo rojo, fino y uniforme de cuya óptima calidad y pureza responde la Denominación de Origen "Pimentón de la Vera".
El pimentón es un elemento esencial de la cocina tradicional extremeña y un condimento y conservante natural imprescindible en nuestras chacinas. Su aplicación al tratamiento de los embutidos fue tan importante que durante mucho tiempo, y dada la importancia de la matanza en la economía tradicional de estas hermosas tierras veratas, se le llamó "el oro rojo".
La ruta del pimentón está salpicada de recetas, donde el toque mágico de su personalidad y diferencias lo marca su empleo. Así, la cocina del cordero y del cabrito tan propia de la Vera, se distingue de otras zonas extremeñas por el uso del pimentón en todos sus guisos: el bacalao al estilo del Monasterio, los huevos de vigilia, huevos fritos con pimentón, sopas de tomate, rin-ran o la trucha en salsa de almendra. En Jarandilla de la Vera, por ejemplo, tienen fama sus sopas de patata, su cabrito y los revueltos de setas.
En Cuacos de Yuste, la cocina monacal sigue viviendo en todo su esplendor. La receta que precede este artículo, es buen ejemplo de ello.
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