La provincia acumula la mayoría de los medios del plan regional Infoex

En el Centro Operativo Regional del Plan Infoex, en el polígono cacereño de Aldea Moret, hay dos fuentes de ruido que se imponen con soltura sobre el ambiente tranquilo, silencioso. Una es la emisora principal, por la que no dejan de salir voces. Esa torre con lucecitas es el altavoz de la Extremadura de los incendios forestales. Por ahí se oye a gente uniformada que echa sus horas en La Vera, en La Siberia, en Plasencia, en Zafra o en Siruela, cerca de la frontera portuguesa o pegando a Córdoba. Y el otro grifo ruidoso es el móvil del mando único, que no está más de diez minutos sin sonar a pesar de que sea junio y el asunto no haya hecho más que empezar. «Hasta ahora vamos muy bien, sólo hemos tenido algún incendio de rastrojo y cereales», resume Alejandro García. Él es uno de los cuatro integrantes del mando directivo del Plan Infoex (Plan de Lucha contra los Incendios Forestales en Extremadura), el dispositivo para intentar que el fuego dañe el monte lo menos posible, y que involucra a conductores, vigilantes, emisoristas, mecánicos, jefes de retén, coordinadores de zona, peones de tierra o de brigadas helitransportadas, pilotos... Ese despliegue de medios tiene su centro operativo en Cáceres, entre otros motivos porque la mayoría de la infraestructura está repartida por la provincia. EL DESPLIEGUE DE MEDIOS PARA ESTE VERANO Medios aéreos: ocho helicópteros y un avión de coordinación. Hay que añadir lo que aporta el Ministerio: una brigada de refuerzo (Brif) con dos helicópteros de alta capacidad, dos hidroaviones que cargan 5.500 litros de agua, un helicóptero de 5.00 litros y una Unidad Móvil de Meteorología y Transmisión (U.M.M.T.). Medios terrestres: 44 vehículos motobombas con capacidad para 3.000 y 3.500 litros de agua, 31 vehículos ligeros para transporte y 300 litros de agua, 1 vehículo motobomba nodriza que puede cargar con 9.000 litros, ocho bulldozer, dos tractores neumáticos con desbrozadora, un tractor agrícola de cadenas y otro con pala y retroexcavadora, y cuatro góndolas. Medios humanos: 52 jefes de retén de tierra, 10 jefes de retén helitransportado, 138 conductores, 27 emisoristas, 178 vigilantes, 299 peones de retenes de tierra, 133 peones de retenes helitransportados, 22 coordinadores de zona y cuatro integrantes del mando directivo. Hay que sumarles los agentes del Medio Natural, los de Medio Ambiente y el personal de refuerzo de las diputaciones provinciales. Otra infraestructura: Hay cocheras y torres de vigilancia (existen 44) repartidas por toda la región. Más ayuda: La Unidad Militar de Emergencia (UME) también colaborará en el dispositivo. Más masa forestal El motivo es bien sencillo: hay más elementos de lucha donde el riesgo es mayor. Y el peligro se acusa allí donde se concentra la masa forestal. A efectos operativos, la comunidad autónoma está dividida en distintas zonas en función del peligro de incendios forestales de cada una. Hay distintos niveles, y el mayor de ellos, en el que están aquellos lugares donde hay que estar especialmente atento, es el que agrupa a lo que los técnicos llaman ZAR (Zonas de Alto Riesgo). Hay catorce en toda la comunidad autónoma, y diez de ellas están en suelo cacereño: Las Hurdes, Jerte-Ambroz, Los Ibores, Monfragüe, Montánchez, Sierra de Gata, Sierra de San Pedro, Valencia de Alcántara, Vera-Tiétar y Las Villuercas. Las otras cuatro, en territorio pacense, son La Siberia, las sierras centrales de Badajoz, las de Siruela-Zarzacapilla y Tentudía. Son esas y no otras porque así lo aconseja la estadística elaborada a partir de los datos obtenidos durante años, y de tener en cuenta factores como la pendiente del terreno, las causas, la frecuencia o el tipo de combustible. Esa mancha roja en el mapa que identifica el peligro más alto, recorre la zona norte de la provincia, y estará, como el resto de la región, en el punto de mira de los responsable de la lucha contra incendios en Extremadura. En principio -y sólo eso-, la previsión no es mala. La primavera ha sido lluviosa, y eso facilita que los árboles mantengan durante más tiempo la humedad, un enemigo del fuego. A decir de Alejandro García, hay otro elemento que juega a favor de los montes extremeños: el dispositivo del Plan Infoex. «Tenemos un operativo muy bueno -asegura-, con buenos índices de eficacia». Antonio José Armero Diario HOY