Puede ser que las cosas cambien en los próximos días. Con los terroristas nunca se sabe. Pero hasta el momento en que redacto estas líneas, está claro que Eta no ha pretendido matar desde que el pasado 4 de junio anunció que rompía el alto el fuego. Si hubiera querido asesinar lo habría hecho sin demasiados problemas. Pero todos los explosivos que ha colocado y las horas en que los activó demuestran que su propósito era destruir, hacerse presente, no matar. Los dos guardias civiles asesinados en Francia fueron consecuencia, como dijo Rubalcaba, de "un incidente fortuito".
A Eta le conviene que gane Zapatero. Las elecciones municipales las perdió el líder del PSOE por la indignidad de su negociación política con la banda terrorista en un proceso de rendición cuajado de embustes. De acuerdo con el presidente, como cree Aznar, o bien motu proprio, Eta rompió el alto el fuego el pasado 4 de junio para dar ocasión a Zapatero a que se presentara a las elecciones desembarazado de su relación subterránea con la banda terrorista. A través de sus enlaces internacionales, el presidente suplicó a Eta que no matara, pues ello comprometería el resultado electoral. Próxima ya la jornada del 9 de marzo, y al margen de que se produzca un atentado de envergadura, está claro que Eta no ha querido matar, bien por decisión propia, bien por acuerdo subterráneo con el candidato que restablecerá la negociación política si vuelve a triunfar. Los analistas más objetivos de la política española coinciden en subrayar que, con cualquier pretexto, Zapatero volverá a negociar políticamente con Eta. El talante del ludópata se alimenta del sostenella y no enmedalla. Sigue dispuesto, en fin, a hacer las concesiones que exigen los etarras para convertirse en Zapatero I el Pacificador aunque eso suponga a medio plazo trocear España.
Luis María Anson, de la Real Academia Española
Opinión
Diario El Imparcial
1/Marzo/08
No hay comentarios:
Publicar un comentario