La próxima madrugada los relojes de la UE se adelantarán una hora (de las 2.00 a las 3.00), una medida de dudosa rentabilidad que provocará molestias en el sueño a muchas personas.
Muchos son los detractores de una medida cuyos resultados económicos ni la propia UE conoce con exactitud, ya que sus repercusiones, especialmente en verano, son muy distintas en función de la situación geográfica de los países y también diferentes en cada sector de actividad. “De ahí la dificultad -reconoce la UE- de alcanzar conclusiones universales”.
El ahorro energético pretendido no es pues el mismo en un país del norte que en uno del sur. Más concretamente en España, no tiene las mismas consecuencias en Baleares que en Galicia, zonas entre las que existe una diferencia solar de una hora. Es más, resulta muy sospechoso que una medida como ésta sea efectiva al mismo tiempo en Dinamarca o Alemania que en España, Grecia o Italia. Incluso en un mismo país. ¿De verdad ahorran lo mismo los gallegos que los andaluces?.La Comisión Europea reconocía en 2000 que el ahorro energético era “relativamente modesto”, entre un 0 y un 0,5%, tesis que corrobora Red Eléctrica de España, que lo considera “insignificante, no relevante”.
Escaso ahorro
Aunque en los meses de primavera sí se observa una cierta disminución del consumo, en el cómputo global el consumo eléctrico aumenta: durante los meses de primavera hay un ahorro del gasto en electricidad; pero luego las cosas cambian. En primer lugar porque el ahorro en iluminación sólo se produce en los primeros meses, en los últimos al cambiar las horas de sol ya no hay ahorro significativo.Además, cuando llega el verano, empieza a usarse el aire acondicionado. Y como con el cambio de hora hay más horas de luz por la tarde (que es cuando más calor hace), pues aumenta el número de horas en que se usa el aire acondicionado, y por tanto el consumo eléctrico aumenta.Por ùltimo, al llegar el otoño, empieza a hacer más frío, y vuelve a usarse la calefacción. Y las horas más frías del día son las primeras de la mañana. Como con el cambio de hora hay más horas de oscuridad por la mañana, y por tanto más frío, se utiliza más la calefacción y aumenta de nuevo el consumo.
Trastornos del sueñoEl cambio de hora, según los expertos consultados, se soporta mejor en otoño que en verano, pero en ambos casos afecta al reloj biológico de las personas y provoca trastornos en el sueño especialmente en niños y ancianos.
Parada de 60 minutos en los trenes
En la madrugada del sábado al domingo, los trenes de Renfe que circularán esa noche -internacionales o de largo recorrido- pararán sesenta minutos en una estación para no descuadrar la operativa de circulación, previa información a los viajeros. Los aviones de Iberia no sufrirán el cambio, “pues a esas horas no hay prevista ninguna salida”.
El cambio de hora, de obligado cumplimiento en toda la Unión, comenzó a generalizarse a partir de 1974, cuando por la primera gran crisis del petróleo algunos gobiernos decidieron adelantar una hora los relojes durante los meses de más luz -entre marzo y finales de septiembre- para reducir el consumo de electricidad.En 1981 se adoptó una primera directiva comunitaria, que fue renovada cada cuatro años hasta que en enero de 2001 el Parlamento y el Consejo de la Unión aprobaron la novena, que daba carácter indefinido al cambio horario.
Diario La Nación
29/Marzo/08
No hay comentarios:
Publicar un comentario