El Partido Popular -cuya labor de oposición se ha visto lastrada durante buena parte de la legislatura por un afán improductivo en mirar al pasado- ofrece una alternativa fiable. De Mariano Rajoy se ha dicho que no entusiasma y que no tiene carisma. Es, sólo en parte, cierto, pero lo que ahora está en juego exige otras virtudes y otros principios. Por lo pronto, Rajoy y su equipo han sacado a flote a un partido que el PSOE había convertido en objetivo de una campaña de aislamiento parlamentario. Rajoy se ha sobrepuesto a los intentos de neutralizarlo políticamente y ofrece hoy propuestas en economía, empleo, modelo territorial, lucha contra ETA, inmigración, seguridad y educación basadas en análisis de sentido común y para las que reclama el consenso con el PSOE. Es cierto que hay otros partidos que igualmente propugnan un cambio de rumbo, como el que lidera Rosa Díez, protagonista, junto con otras personalidades de la izquierda, de un plante moral y político al actual PSOE, del que todas ellas son una escisión por desencanto. Rosa Díez es, por tanto, una alternativa digna y necesaria de izquierda para la izquierda, cuyas propuestas sobre Estado y terrorismo ya están defendidas y asumidas claramente por el Partido Popular. En definitiva, con la mirada puesta en el futuro y el balance de estos cuatro años de gobierno socialista, los electores tienen motivos suficientes para ejercer, con responsabilidad, un voto por la normalidad y la sensatez del Gobierno de España.
OPINIÓN
José María Hernández García
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